Los gráficos vienen en diferentes formas y colores. Las combinaciones disponibles son infinitas. A la hora de elegir la mejor representación, hay que tener siempre presente un aspecto fundamental: los datos deben hablar, preferiblemente de forma eficaz y directa. Primero debes centrarte en tus objetivos de comunicación: ¿qué tienes que mostrar y contar? ¿Tu objetivo es comparar, organizar, informar, destacar las relaciones o mostrar los cambios? En el artículo de hoy, tratamos de entender qué gráfico elegir en función del objetivo final.
Comparación de números: ¿qué gráfico elegir?
Entre una imagen llena de números y un gráfico coloreado, no hay duda de la preferencia. La visualización de los datos a través de gráficos es sin duda la opción preferida. Sí, pero ¿qué gráfico debes elegir para comparar varios números? La mejor respuesta es la más genérica: ¡depende! ¿De qué? Evidentemente, en función del objetivo de la representación y de la información que desees destacar. Veamos algunos ejemplos.
Gráficos de barras o de columnas para comparaciones básicas
Los resultados de un quiz y encuestas de opción múltiple, el número total de aficionados a diferentes equipos deportivos, las ventas totales de distintas marcas, el número de bolsos de mujer o de relojes de hombre pueden representarse cómodamente mediante un gráfico de barras o columnas. Este tipo de gráfico es el más adecuado para realizar comparaciones sencillas y análisis de categorías u objetos.
Gráficos de burbujas o mapas conceptuales para destacar las anomalías
Puede ocurrir que sea necesario destacar una cifra concreta, un valor que se desvíe significativamente de todos los demás. En este caso, la solución preferida es representar los datos y los resultados mediante gráficos de burbujas o mapas conceptuales. El área de un círculo, por ejemplo, resalta el contraste entre los datos recogidos con mayor impacto visual, especialmente si hay un valor predominante.
Una cifra importante
Caracteres grandes
A veces puede ocurrir que haya que comunicar un solo dato, importante, fundamental, pero todavía unitario. ¿Cómo proceder? Simplemente, aprovechando al máximo el tamaño de la letra: grande, muy grande. Sin perderse en gráficos estéticos, basta con colocar el número único junto al texto. Deben destacarse del resto del documento, impresionando al lector. Un número y un texto, claro y directo, que no deja lugar a dudas. Fuerte e impactante.
Gráficos de iconos y pictogramas
Si la cifra que hay que transmitir es un porcentaje o se refiere a una densidad, es aconsejable utilizar un pictograma. Esto complementará el texto, dirigiéndose al lector con un impacto visual. También puedes optar por el gráfico de iconos, que se presenta en dos tonos de color diferentes, sinónimo de porcentajes o densidades de referencia.
Los porcentajes y composiciones del total
Existen 3 tipos principales de gráficos para comunicar el reparto de un valor en comparación con todos los demás.
Gráfico circular
Tradicional, pero siempre eficaz. De hecho, la mayoría de las personas son capaces de leer e interpretar el gráfico circular. Es preferible aprovechar las etiquetas y los porcentajes numéricos para comunicar los valores que hay que destacar y transmitir.
Gráfico de barras clásico o gráfico de barras apiladas: ¿qué gráfico elegir?
Los gráficos de barras pueden apilarse o espaciarse. La elección depende de la magnitud de los valores a mostrar. Cuando los valores numéricos están muy juntos, es mejor optar por los clásicos gráficos de barras para una mejor legibilidad. Por el contrario, cuando los datos mostrados están representados por números alejados entre sí, el gráfico de barras apiladas sale ganando y tiene mayor impacto visual.
Comunicar la distribución
Para conseguirlo, hay dos soluciones a elegir: gráfico de columnas o gráfico de dispersión.
Gráfico de columnas
Esta es la mejor opción cuando los mismos datos se colocan en grupos. Basta con elegir un intervalo y resaltar todos los datos en relación con ese intervalo, estén o no en el tiempo.
Gráfico de dispersión
Si los datos no están relacionados entre sí, este tipo de gráfico es el mejor. Cuando se dispone de información sencilla, el gráfico de dispersión puede comunicar eficazmente cada punto de datos.
¿Qué gráfico elegir? ¡Nunca uno complejo!
Atractivo, colorido, impactante, pero… ¡imposible de leer y difícil de interpretar! Evitar el uso de gráficos complejos es, con diferencia, el mejor consejo. El propósito del gráfico es simplificar el análisis y la visualización de muchos datos; agruparlos en representaciones complicadas no logra el objetivo final: una comunicación clara y directa. Gracias a Tableau, es posible comunicar la complejidad de los datos a través de visualizaciones fáciles e inmediatas de interpretar. También, es posible consultar los datos directamente utilizando el lenguaje natural.
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